Muy cerca de la playa El Morro en Tomé, se encuentran los terrenos de lo que fue la Casa Hinrichsen, único edificio protegido por el Plan Regulador de Tomé en su art. 27 como Inmueble de Conservación Histórica. Esta protección, sin embargo, no sirvió de nada cuando el 9 de diciembre de 2010 la estructura se comenzó a desmoronar a manos de un grupo de carpinteros, contratados por sus actuales dueñas: Las Hermanas de La Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.
Como señaló Karin Müller, integrante de Sur Patrimonial,“Este patrimonio es parte importante da la memoria de la ciudad, fue residencia de una de las familias mas influyentes de la zona, los Hinrichsen, quienes estuvieron ligados a la actividad política y económica. Don Guillermo Hinrichsen Schoener fue el segundo alcalde de la ciudad en el año 1910”. Pero antes de eso, en la misma vivienda habitó Ignacio Serrano Montaner, a quien se le asignó a la cañonera Covadonga, y más tarde fue trasladado por orden de Prat a la Esmeralda, como teniente segundo.
Para los tomecinos, esta casa tenía un importante valor emocional y estético. Era parte de la vida de todos quienes crecieron allí y llamaba la atención de los turistas, por su arquitectura clásica y elegante.
“Al municipio se le enviaron cartas (para detener las obras e intentar rescatar algo) que nunca respondió, el Seremi de vivienda Enrique Matuschka contestó que el único que podía paralizar las obras es Director de Obras Municipal, pero se le planteó que el municipio de Tomé estaba en paro y que si pasaba muchos días era muy posible que no quedara nada que rescatar, puesto que en esos momentos seguían trabajando en la demolición”
Gracias a estas gestiones las obras fueron detenidas, pero la mayor parte de la edificación había sido destruida, y solamente la fachada, sin sus pilares frontales, queda aún de pie. En una reunión que se sostuvo el 13 de diciembre entre participaron Luis Pérez, Director de Obras Municipales de Tomé; Marissa Macchiavello, Unidad de Diseño, municipalidad de Tomé; Elena Mayorga, representante del Concejo Comunal del Patrimonio de Tomé; Jorge Ortiz, profesional a cargo de las obras de demolición y en representación de los propietarios; Miguel Ángel Hernandez, Jefe del Departamento de Desarrollo Urbano de SEREMI MINVU, entre otros, se acordó que:
-La casa deberá ser reconstruida, manteniendo la fachada, e intentando que el interior sea lo fiel a la estructura original.
-La municipalidad definirá los lineamientos morfológicos y arquitectónicos que deberán regir la construcción que se ejecute (reconstrucción y obra nueva);
-La empresa a cargo de la obra, una vez que tenga el levantamiento y un anteproyecto, coordinará con el municipio una reunión con los actores relevantes de en el tema de patrimonio de la ciudad, para consensuar el diseño propuesto.
Es así, como a pesar de que no hay vuelta atrás, es posible que aún exista una esperanza para este patrimonio, y para que las futuras generaciones también puedan admirarlo.
Ojalá esa idea se lleve a la práctica; hice desde aquí todo lo posible por que no se destruyera esa magnífica y acogera vivienda, que gurdo la histroia de varias generaciones de tomecin@s. Gracias, Vivi, por esta noticia. Dra. Marta R Zabaleta Hinrichsen,. Londres
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